Como si de un experimento se tratase, juntamos en una probeta la crisis, un padre, su hijo o hija y una carta a los Reyes Magos y agitamos un poco. El resultado, a pesar de partir de elementos comunes, pueden ser cortometrajes tan distintos como Una caja de botones, de Maria Reyes Arias González y El barco pirata, de Fernando Trullols. Ambos además unidos por los Goya: el primero fue el ganador de la pasada edición y el segundo es uno de los finalistas de esta.
Empezamos con El barco pirata que, según aparece en su página de Facebook, va a estar disponible en la red hasta la ceremonia de los Goya (¿y por qué no después?). A partir de los elementos que he citado antes Fernando Trullols construye una comedia que empieza con un padre separado eufórico porque va a regalarle a su hijo un barco pirata. Pero la cosa se complica cuando...
El barco pirata es un corto que tarda un poco en empezar pero que va ganando en emoción conforme avanza hasta terminar en un final lleno de ritmo. El corto descansa en un protagonismo casi absoluto de Alberto San Juan, un actor con una forma de actuar muy característica, que en ocasiones me da la impresión que interpreta a Alberto San Juan interpretando a su personaje.
El barco pirata (2011), de Fernando Trullols.19:18 min.
Comedia. Español.
A partir de premisas muy similares a El barco pirata, María Reyes Arias construyó Una caja de bombones. Aquí la comedia deja paso al drama más lacrimógeno. En este caso el problema no surge a partir de comprar el regalo, sino precisamente por la imposibilidad de hacerlo. Una mirada a crisis que vivimos a través de los ojos de una niña. Para mí lo mejor es la actuación de Antonio de la Torre como el padre, aunque en el debe del cortometraje que a ratos peca de demasiado sensiblero.
Una caja de botones (2010), de María Reyes Arias González. 22:04 min.
Drama. Español.